martes, 5 de junio de 2012


La vuelta al Sol

I
Sin luz, cuerpo de cuervos.
Siniestra manía de dejarse llevar por los instantes
Que cubren de cenizas el anhelo de
La inscripción de una presencia.

II
Preludio de una quimera,
Se desata el alma al compás de sus latidos.
Si me supieras, deleite liberador,
Conmoción llena de dicha, hallazgo, conquista.

III
Colmada de luz me desintegro discreta en su boca,
Desconocía  lo sedoso de sus labios;
Reboso elocuente ante la conquista de mis sentidos,
Sos mi reconstrucción.

IV
Brota el veneno: la exposición en vano (Inclinada a deshacernos).
Solución sencilla, renovación continua.
Enamorada del remedio que te habita,
De la belleza volcada en mis pupilas,
Seducida por la plenitud que te caracteriza,
Me pierdo entre cabellos llenos de memoria para resurgir
A la vida en lo tibio y suave de tu piel.

V
-Llévame donde la noche sea eterna
Y tu mirada nazca y muera en mí-
Solicité al conocerte,
Y pasaron 548 días flotando en deseos cumplidos,
En vuelo con el éxtasis de tu voz,
Confluyendo nuestros cuerpos, disfrutando de la fuerza entre,
Del quiebre de muros, de la habitación que construíste en mi ser,
Donde yaces acostado, brillando, envolviéndome en tus brazos,
Elevándome a sitios desconocidos,  donde la piel no existe
Donde el sentimiento es  puro, siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario